martes, 7 de mayo de 2013
El Gilardo Gilardi
Estaban ahí, con una sonrisa deforme de teclas despedazadas, la música se callaba y el chapoteo del agua se volvía ignominioso, daba miedo sentir la humedad de la madera, sin tocarlo se sabía del resto de agua , mugre y desolación sobre el marfil y entonces comenzó un milagro quedo, despacito ellos empezaron a venirhttp://cgilardi.cba.infd.edu.ar/sitio/index.cgi?wid_seccion=2&wid_item=4Por el Gilardo Gilardi un brindis Alice
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